

CONSEJOS PARA LAS ENTREVISTAS DE TRABAJO
Cómo preparar la entrevista laboral Antes de la entrevista Conviene tener información sobre el puesto vacante, sobre lo que está buscando el empleador, por ejemplo: cuáles son las tareas y responsabilidades del puesto, cuáles son los conocimientos necesarios, si tiene personal a cargo, si tiene jefe directo o a quién responde y cuánto se paga en el mercado por un puesto similar. También, si fuera posible, obtener información general del empleador, por ejemplo: a qué se dedica la empresa, los productos o servicios que brinda, la cantidad de empleados que tiene, si posee sucursales, etcétera.
Recomendamos que tengas presente lo escrito en tu Currículum vitae, analizá tus fortalezas, tus puntos débiles, y pensá argumentos para explicarlos. Toda esta información te ayudará a estar más tranquilo y a manejarte mejor en el momento de la entrevista.
Durante la entrevista
El entrevistador tiene el objetivo de comprobar si tenés los conocimientos o habilidades que el puesto de trabajo requieren. Para darse cuenta de esto te pedirá que hables de vos, te hará preguntas sobre datos de tu Currículum vitae, te preguntará si sabés hacer las tareas requeridas, quizás indage en algunas cuestiones de tu vida personal, tu disponibilidad y tus intereses. Ese será el eje de la entrevista, nada que no puedas contestar de manera sencilla y cómoda.
Las preguntas pueden ser de distinto tipo:
• Directas: ¿Sabe usted hacer X tarea? ¿Sabe usted operar X máquina? ¿Maneja el Excell?
• Hipotéticas: ¿Qué haría usted si ocurre X situación? ¿Si no funciona X, usted cómo lo reemplazaría?
• Sobre su historia: ¿Qué hacía usted en X empresa? ¿Por qué dejó ese trabajo? ¿Por qué estudia?
• Sobre sus proyectos: ¿Qué es lo que espera usted de sus estudios? Vos necesitás conocer claramente lo que ofrece el empleador, es decir, las condiciones laborales (salario, horario, premios, capacitación, etc.) y cuáles son las tareas que él necesita cubrir (las responsabilidades, herramientas que se usan, a quien reporta, etc.). Preguntá lo que necesites para poder tomar una decisión.
Recordá:
• Estás ahí porque te interesa el trabajo.
• Te citaron a una entrevista porque eligieron tu Currículum vitae y te querían conocer más.
• Tal vez obtuviste la entrevista pero aún no sabes si le gusta ese trabajo o si podés realizarlo y necesitás tener más información sobre lo que ofrecen o sobre la tarea.
Posibles preguntas de una entrevista
Posibles preguntas que te pueden realizar durante la entrevista y ejemplos de respuestas. Aquí encontrarás ejemplos que le ayudarán a pensar posibles argumentaciones.
Motivación y expectativas
• ¿Por qué ha respondido a nuestro anuncio? (Porque pienso que voy a hacer bien el trabajo, porque tengo experiencia y conocimientos sobre ese puesto, porque es algo que me interesa, porque me permitirá aprender nuevos temas, etc.)
• ¿Qué sabe de nuestra empresa? (Conozco a qué se dedica, que hace años que es la más importante de la zona, que es nueva, etc.)
• ¿Cree que puede realizar este trabajo? ¿Cuáles pueden ser serán las ventajas y los inconvenientes para poder realizar este trabajo? (Es similar a mi trabajo anterior, no creo que vaya a tener dificultades, y lo que me resulte nuevo podré aprenderlo. Está relacionado con mis estudios y tengo capacidad para aprender cosas nuevas).
• ¿Cree que se adaptará a este trabajo? (Si, porque trabajé en tareas similares; si, porque me entusiasma aprender; si, porque me interesa incorporarme en esta empresa, etc.)
• ¿Qué puede aportar a nuestra empresa? (Conocimientos, experiencia, entusiasmo, ganas de aprender y de progresar).
Experiencia laboral
• ¿Por qué dejó su último trabajo? (No me convenía económicamente, porque me mudé, porque hubo una reducción de personal, porque mis intereses no coincidían con las tareas que desarrollaba ahí).
• Cuénteme sobre su último trabajo, ¿qué tareas hacía?
• Describa un día típico en su último trabajo.
• ¿Cuáles eran las tareas más difíciles? ¿Cuáles las de mayor responsabilidad?
• De todos sus trabajos, ¿cuál fue el que más le gustó? ¿Cuál fue en el que más aprendió?
• ¿Qué es lo que más y lo que menos le agradó de su trabajo anterior? (Lo que más me agradaba eran los compañeros, lo que aprendí; lo que menos: el sueldo, la distancia, el desaprovechamiento de mis habilidades).
• ¿Qué piensa que me dirían sobre usted en su último trabajo? ¿Qué piensa que fue valorado de usted en sus últimos trabajos? (soy trabajador y cumplidor, soy innovador o creativo, soy muy puntual y respetuoso, etc.)
• Cuénteme sobre sus jefes anteriores (Evitá las críticas, sobre todo personales).
• ¿De lo que estudia, qué ha utilizado más en sus puestos de trabajo?
Formación
Recordá lo que escribiste en tu Currículum vitae. No dejes de lado cursos de oficios, talleres, pasantías, jornadas, seminarios, etc. que estén vinculados con el puesto a cubrir.
• ¿Cuáles son sus estudios?
• ¿Por qué eligió estos estudios? ¿Por qué eligió ese oficio?
• ¿Piensa seguir estudiando? ¿Por qué?
• ¿Puede trabajar y continuar sus estudios? ¿Sus estudios le restan tiempo a su rendimiento laboral?
• ¿Cómo maneja los horarios para poder estudiar y trabajar?
• ¿En qué momentos estudia?
• ¿Cuántos días pide por examen al año?
• ¿Qué influyó en la elección de sus estudios?
• ¿En qué materias se destaca más? ¿Por qué?
• ¿Cuáles son las materias más complejas para usted?
• ¿Qué rama de su profesión u oficio le interesa más?
• Si pudiera volver a empezar, ¿elegiría lo mismo?
• ¿Qué es lo más útil para sus trabajos de lo que ha aprendido en sus estudios?
• De lo que estudia, ¿qué ha utilizado más en sus puestos de trabajo?
• ¿Cuál es el grado de conocimiento sobre idiomas, computación, maquinarias especiales, oficios, etc.?
Aspectos de la vida personal
Estas preguntas le permiten al entrevistador obtener datos sobre algunas características personales del postulante, entre ellas responsabilidad, dinamismo, carácter, disposición para aprender, iniciativa, creatividad, tenacidad, seguridad.
• Cuénteme un poco sobre usted mismo (relatar aspectos positivos de su vida personal: familia, actividades sociales).
• ¿Qué otras actividades realiza además de trabajar?
• ¿Cuáles son sus puntos fuertes y sus puntos débiles? (soy trabajador, soy honesto, tengo buena relación con la gente. Débiles: no me gusta equivocarme, soy demasiado exigente conmigo mismo, soy muy obsesivo).
• ¿Cómo se desempeña mejor, en equipo o solo?
• Laboralmente, ¿qué objetivos tiene? ¿Cuál es su proyecto?
Las preguntas que puede hacer el postulante
• ¿Cuáles serán mis responsabilidades?
• ¿Qué tareas tendría que realizar?
• ¿Cuál será el horario de trabajo?
• ¿Qué beneficios me ofrece la empresa: capacitaciones, plus de dinero por presentismo, progreso en el puesto de trabajo, viajes, horas extras?
• ¿Con cuántas personas voy a trabajar?
• ¿Quién será mi jefe?
• ¿Por qué está este puesto vacante?
• ¿Cuál será la remuneración para este puesto?
• ¿Existe un período de prueba?
• ¿Podría describirme un día típico de trabajo?
• ¿Cuándo tiene pensado tomar una decisión sobre la contratación?
– ## Diferentes entrevistas
El entrevistador puede ser el dueño del lugar, el encargado de personal o el jefe del área donde está la vacante. Puede ocurrir que el entrevistador te explique primero los detalles de la vacante disponible, luego te haga preguntas sobre tu historia laboral, o bien comience con preguntas sobre tu Currículum vitae, luego te informe las condiciones laborales y al final vos hagas las preguntas que necesites. Existe la posibilidad de que se incluya una prueba de
trabajo, directamente realizando una tarea.
También existen entrevistas grupales. En esos casos un entrevistador reúne a varios postulantes y les realiza las mismas preguntas, por lo general serán sobre situaciones hipotéticas de resolución de tareas (¿qué haría usted para solucionar este problema?) Seguramente se harán repreguntas sobre las respuestas de los demás (¿Qué opina usted de lo que respondió ella?)
Recomendaciones
La entrevista es un espacio para contar tu historia laboral “real”. Mostráte natural sin perder de vista la formalidad.
• Tratá de llegar con tiempo a la entrevista.
• Siempre se recomienda “buena presencia”, esto quiere decir que la vestimenta debe ser acorde al puesto al que te postulás.
• Pensá un momento antes de responder, no te apures.
• Si hay preguntas que no comprendés, pedí aclaraciones antes de responder, tal vez la pregunta no haya sido lo suficientemente clara.
• Recordá lo que escribiste en el Currículum vitae o en la carta de presentación, esto te aportará claridad y confianza.
• Conocer los requerimientos del puesto te dará más seguridad para responder.
• Si tu experiencia anterior se compone en gran medida por empleos poco duraderos, es recomendable contar con argumentos claros para explicar cómo fue este proceso, recuperando de cada puesto lo aprendido y los desarrollos obtenidos.
• No trates de sostener actitudes que no te son propias. La entrevista implica contar tu historia laboral “real” desde un lugar de naturalidad.
• No se debe tomar la edad como un impedimento: la experiencia puede ser necesaria para ese puesto de trabajo o bien, en el caso de los más jóvenes, se puede necesitar alguien sin experiencia para ser formado en el puesto de trabajo.
• Es válido preguntar cuáles son los tiempos que tardará el proceso de selección y acordar cuándo podrá recibir una respuesta.
• Muchas veces no son los conocimientos o la experiencia laboral lo que define la búsqueda, sino características personales observadas en una entrevista.
El seguimiento posterior
Preguntá de qué forma y en qué plazos tomarán una decisión sobre la vacante. Informate del resultado dentro de los plazos que te indiquen. Esta sección se propuso darte una idea general sobre los mecanismos de una entrevista de trabajo, cada uno sabrá incorporar para sí aquello que le es útil. Recordá que en cada Oficina de Empleo podrán brindarte acompañamiento en este proceso.


CONSEJOS PARA HACER EL CURRÍCULUM PERFECTO
Tu CV o currículum vitae es tu copiloto en el mercado laboral. Te ayuda aabrir puertas, causa una (esperemos que muy buena) primera impresión y te puede hacer conocer a tu futura empresa. Aunque todos sabemos más o menos cómo hacer un currículum (o un resume; una versión un poco más corta que se suele usar en América del Norte), nunca viene mal repetir algunos consejos y trucos para mejorar un currículum genérico y sumarle algo de personalidad.
Seguí estos seis pasos y tu currículum va a estar en la parte superior del montón del responsable de recursos humanos.
ADAPTALO
Es muy improbable que busques a la vez un trabajo de prácticas de marketing y de camarero para una cafetería. Si lo haces, mejor para vos.
Incluso aunque busques (los mismos) puestos en el mismo sector, es importante que te asegures de que tu currículum se adapta a la descripción del puesto de trabajo.
Aunque no tenés que reinventar la rueda cada vez, no mandes siempre el mismo currículum. Un truco es tener un currículum base que resuma todo lo que hiciste, estudiado y conseguido, y que lo edites rápidamente para cada puesto que te interese.
Consejo de experto: hacé que tu currículum sea relevante para el puesto cambiando el orden de las habilidades o logros alcanzados de manera que los más importantes se muestren inmediatamente y la persona que lea tu currículum no tenga que buscarlos.
SÉ PARTE DE LA SOLUCIÓN
No le preguntes a la empresa qué puede hacer por vos: preguntá qué podes hacer por la empresa. Después de todo, no quieren escuchar qué es lo que vos queres, sino cómo podes ayudarlos.
Una manera de hacer esto es agregar una breve declaración de objetivos, de 1 o 2 frases, en la parte superior del currículum, una pequeña introducción, si se quiere. En vez de decir a las empresas lo que ya saben (que queres el trabajo y que tenes las cualificaciones necesarias), usalo para contarles quién sos, cuáles son tus pasiones (algo relacionado con el puesto que solicitas), y cómo podes contribuir al éxito de la empresa.
Asegurate de que el texto sea bueno, breve y directo.
Consejo de experto: destacá la declaración de objetivos con otro color de fuente (algo sutilmente diferente, como gris en vez de negro) o ponla en cursiva. (Pero no exageres con el formato, que tu currículum tenga un aspecto limpio y profesional).
DESTACÁ TUS HABILIDADES
Poné en primer lugar tu experiencia, después tus estudios. Aunque los títulos son geniales, vos no sos tu título. Vos sos tus experiencias, conocimientos y logros alcanzados. Esos son tus activos más importantes, y te van a ayudar a sobresalir. Incluso aunque acabes de terminar los estudios, un trabajo part time, de pasante o de voluntario, contribuyó a que seas una persona responsable que sabe cómo presupuestar, planificar y organizar.
Consejo de experto: asegurate de que los encabezamientos de las secciones de experiencia y estudios sean claros. Una vez más, un currículum limpio y bien organizado con encabezados y viñetas es más fácil de leer, y es mucho más probable que alguien lo lea y te llame para hacer
una entrevista.
PROMOCIONÁ TUS COMPETENCIAS SOCIALES
Una cosa importante que puede ayudarte a ganar esa experiencia después de los estudios, o durante los mismos, son los viajes al extranjero, especialmente si vivís algún tiempo en el extranjero, tanto estudiando un idioma como haciendo voluntariado. En poco tiempo, desarrollás técnicas de organización y planificación, mejorás tus habilidades de comunicación y aprendés a superar los obstáculos. Y también te convertís en una persona independiente, flexible y creativa a la hora de resolver problemas, que impresiona con sus habilidades interculturales.
Consejo de experto: si te apasionan los viajes y descubrir nuevas culturas, incluílo en tu declaración de objetivos, e incluí también en la sección de estudios o experiencia cualquier experiencia laboral o relacionada con los estudios que hayas tenido en el extranjero. Esto es
especialmente importante si mandas el currículum a una empresa internacional o para conseguir un puesto en el extranjero.
HACÉ UNA LISTA, COMPROBALA DOS VECES
Usá nuestra pequeña lista de verificación para asegurarte de que tu currículum –adaptado, orientado a la búsqueda de soluciones y cargado de competencias sociales– te va a impulsar a lo más alto.
• Elegí una fuente clásica que esté disponible en la biblioteca de fuentes de todo el mundo. Arial o Helvética son una apuesta segura.
• Elegí un tamaño de fuente legible. Las palabras chicas cansan la vista y no consiguen entrevistas.
• Dejá espacios en blanco. Mejora la legibilidad y hace que tu currículum parezca más profesional.
• Usá viñetas. No estás escribiendo una novela, estás haciendo un resumen de tus logros.
• Escribí en voz activa. «Responsable de» y «Tareas incluidas» no están escritas en voz activa; usá verbos de acción, como «Implementé», «Mejoré», «Gestioné», etc.
• Revisá la ortografía y la gramática. Los errores no están permitidos. Hacé que tu mamá, tu papá o un amigo lo revisen un par de veces antes de mandarlo. (¡Los errores tontos no causan una buena primera impresión!).
• Guardá y mandá tu currículum en formato PDF. Todo el mundo puede leer un PDF y así no se alterará el diseño, como puede pasar con un documento Word.
ASEGURATE DE QUE TU PERFIL EN LÍNEA DESTACA
Tu currículum tiene un aspecto buenísimo, estás listo para solicitar el puesto de trabajo de tus sueños y ahora tenés que asegurarte de que una búsqueda en Google mostrará también tu lado bueno. Como siempre hay que asumir que una empresa potencial te buscará en la red, es muy
importante que tu perfil sea bueno (acá puedes encontrar consejo para saber cómo hacerlo) y que tu perfil de LinkedIn coincida con tu currículum.
No tiene que ser exactamente la misma información, pero debería aumentar tu atractivo e incluir alguna información adicional (enlaces a cosas que hayas escrito, recomendaciones de colegas o jefes), cosas que sean difíciles de incluir en tu currículum.


CAMBIANDO PARADIGMAS PARA UNA BÚSQUEDA LABORAL
En el estado de ánimo generalizado que vive la Argentina de hoy, pareciera no hablarse de otra cosa que no fuera la crisis, miedo y la falta de esperanza.
Este contexto general se traslada a espacios más reducidos y cotidianos como las empresas y sus trabajadores. El mundo laboral no queda excluido de esta realidad y es frecuente escuchar frases como: “Estamos en crisis y así es imposible que consiga trabajo”, “no sé cuánto tiempo más siga en este puesto” o “las crisis me generan miedo”. Estas espresiones y otras por el estilo son comunes de escuchar en una charla informal, una reunión e incluso entrevistas laborales que los selectores oímos a diario.
Estas frases parecen actuar como un escudo con el cual justificar una situación presente del contexto político, social, económico y laboral que atravesamos, pero hoy me interesa escribir sobre la otra cara de la moneda.
¿Qué actitud tomamos nosotros frente a la crisis?
Se ubican de un lado del ring quienes se resigan a esperar que algo pase, que la suerte golpee sus puertas adoptando un rol pasivo y tenemos del otro lado del cuadrilátero a quienes deciden tomar las riendas, adoptar una actitud proactiva, de adaptabilidad y flexibilidad. ¿A quién creés que escogerían las empresas?
No basta con tener el conocimiento específico para desempeñarse en un puesto, hoy más que nunca es necesario hablar de competencias laborales. Ese conjunto de habilidades y actitudes que marcan la diferencia entre unos y otros colaboradores, competencias que cada uno posee y que muchas veces olvida explorar.
En tiempos de crisis, es necesaria una mirada introspectiva para luego enfrentar el mercado laboral más fortalecidos y confiados. No debemos olvidar que son las capacidades actitudinales las que definen el éxito o el fracaso en una persona. Las organizaciones, por su parte; se encuentran lidiando con situaciones que requieren una manera de pensar radicalmente diferente a la conocida.
No es ningún secreto que, hoy en día, con un software de gestión adecuado se puede integrar la información y gestionar tareas de manera efectiva. Pero, no es posible influir con un sistema en ela totalidad del comportamiento de las personas. Es por esta razón que las empresas desde su órbita también están poniendo foco en desarrollar capacidades blandas como negociación, colaboración y comunicación.
Lo que hoy necesita el mercado laboral es contar con personal capaz de autogestionarse, candidatos que demuestren capacidad de comunicación interpersonal y autocontrol, capaces de afrontar tiempos de cambios y realidades desafiantes. Hoy las empresas requieren que el personal fluya desarrollando competencias con valor de uso cotidiano.
Es en este sentido, que hoy te invitamos a desarrollar una competencia que a nivel laboral puede ayudarte a trascender la crisis, no importa si aún estás en búsqueda de trabajo o si ya lo conseguiste, en ambos casos se trata de marcar la diferencia.
Esta competencia es la Inteligencia Emocional, llamada también Inteligencia Optimista, muy escuchada en la actualidad y que refiere a la capacidad que tienen los seres humanos de gestionar sus propias emociones.
No es más inteligente aquel que más siente o aquel que menos siente, es inteligente quien sabe razonar sus emociones, el que antes situaciones adversas sabe gestionar un conflicto, motivarse a conseguir un logro , generar empatía, logrando también encauzar las emociones ajenas hacia un bien común.
Esto implica tener actitud positiva y que puedas encontrar en tu jornada habitual esa motivación y optimismo necesarios para hacer de tu espacio laboral un lugar de aprendizaje e inversión personal. Todos contagiamos emociones y el estado emocional determina nuestro rendimiento.
Esta actitud no enseña a no bajar los brazos, ser resilientes, transformarnos al compás de las crisis, convirtiendo cada búsqueda laboral en una nueva oportunidad. No actuemos como víctimas, no esperemos que la suerte venga a nosotros, trascendamos las limitaciones y trabajemos nuestras competencias, nuestra inteligencia emocional para que de una vez por todas dejemos de ser estrellados y pasemos a ser estrellas. Estrellas protagonistas de nuestro propio futuro.